Scrum: por qué las empresas buscan expertos en agilidad y adaptación al cambio

Scrum es un marco de trabajo liviano utilizado desde hace más de 20 años para agregar valor sustancial a los clientes.

La pandemia impactó en la economía como nunca antes imaginamos. Negocios a la calle se vieron forzados a cerrar temporalmente y otros tomaron la decisión de bajar definitivamente sus cortinas. Pero las vidrieras digitales aparecieron como una gran oportunidad a todas aquellas empresas que se animaron.

La economía digital vive un boom explosivo en su crecimiento. Según McKinsey, la penetración del e-commerce ha crecido en 90 días más que en los 10 años anteriores. En palabras de Satya Nadella, CEO de Microsoft, ocurrieron dos años de transformación digital en dos meses.

Este crecimiento exponencial impulsó un espacio muy próspero y, a su vez, extremadamente competitivo debido a la combinación de dos factores:

• Mucho de lo mismo. La existencia de varias opciones de productos y servicios digitales para resolver una misma necesidad.
• Refinamiento del cliente. Un amplio abanico de exigencias de parte de generaciones concurrentes de usuarios que han crecido en un entorno digital y usuarios que, si no hubiese sido por la pandemia, lejos estarían de necesitar resolver sus necesidades cotidianas a través de las opciones digitales.

Esto hace que para las empresas ya no sea suficiente con construir productos digitales para satisfacer las necesidades de los usuarios. Con una competencia que no sabe de geografía ni de horarios, ahora deben elevar al máximo su nivel de servicio para deleitar a sus clientes y, al mismo tiempo, presentar una usabilidad prácticamente intuitiva.

Lo que hasta hace unos años eran prestaciones excepcionales, ahora son expectativas mínimas que un producto debe cubrir. Sin ir muy lejos, pensemos en hacer una compra desde el teléfono móvil y que la misma sea entregada en el día en la puerta de nuestras casas.

Dentro de los métodos ágiles de creación de productos, Scrum es un marco de trabajo liviano utilizado desde hace más de 20 años para agregar valor sustancial a los clientes. Su filosofía se basa en maximizar la consolidación y el desarrollo de equipos enfocados, multi-funcionales y auto-gestionados que mejoran de manera medible y constantemente su manera de trabajar. Pero uno de los valores fundamentales que pregona es la genuina adaptación a los cambios, que fueron demasiado evidentes en los últimos tiempos. Se aprobó con creces este "curso intensivo" de transformación.

Como todo marco de trabajo que se precie de ser ágil, Scrum ha ido evolucionando en el tiempo para poder acompañar los cambios en los negocios y las tecnologías. No sólo demostró la eficacia de sus prácticas de trabajo para transitar los desafíos del shutdown. En esta última evolución hacia finales de 2020 incorporó una impronta muy marcada en su orientación a la creación de productos.

A diferencia de otros momentos donde Scrum se utilizó para asegurar que los equipos construyan lo esperado, ahora se da un paso más allá poniendo el foco en construir aquello que realmente resuelva los problemas de los clientes, asumiendo que en un mundo tan complejo como el que habitamos, solo podremos saberlo mediante un proceso de descubrimiento constante que se realiza codo a codo con los clientes en vez de un diseño predictivo que se pensaba desde dentro de una empresa.

Para que todo esto sea posible, Scrum plantea un equipo de colaboración continua de tres roles, cada uno con características muy especiales en su labor.

Los Desarrolladores, quienes en conjunto cuentan con todas las habilidades, conocimientos y herramientas para la construcción del producto digital para la industria de que se trate. Se destacan por trabajar muy de cerca con los usuarios y tienen la capacidad de tomar decisiones de diseño y adaptación en tiempo real, respondiendo prácticamente al instante a los cambios en las condiciones del negocio, sin la necesidad de transitar las burocracias de hace años.

El Scrum Master, es el líder servicial y coach del equipo que ve lo no evidente y escucha lo no dicho. En el esplendor de su práctica, está desafiando al equipo en buscar soluciones a sus propios problemas y optimizando constantemente su manera de trabajar.

El Product Owner, quien con curiosidad y humildad intelectual busca comprender con lujo de detalle las problemáticas que atraviesan los clientes, los vaivenes del mercado y la oferta de la competencia para elaborar estrategias de producto ganadoras que mantengan a las compañías y sus creaciones en una posición de ventaja competitiva sin importar el momento ni la coyuntura.

Scrum irrumpió en el mundo del desarrollo de software hace ya varios años y tuvo la capacidad de penetrar en un rango de industrias tan diverso como la banca, seguros, diseño o talento humano, fortaleciendo la transformación digital de muchas verticales. Pero no se quedó ahí, sino que muestra con el ejemplo cómo adaptarse para aprender y aportar constantemente el mayor valor posible y responder adecuadamente a los cambios del entorno. Scrum se ha convertido en el ejemplo para demostrar por sí mismo el poder de la adaptabilidad. Tendremos agilidad para rato.

Fuente: Ámbito

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