La inversión de los fondos de inversión en empresas de ciberseguridad ha crecido en 2018 hasta alcanzar cifras récord

5.300 millones de dólares fueron destinados a potenciar este mercado.


No cabe duda de que la ciberseguridad es uno de los campos más activos en el sector tecnológico, y motivos no faltan. Si el año pasado vivimos varios de los mayores ataques de la historia, este 2019 hemos empezado conociendo una filtración de dimensiones titánicas, con 773 millones de e-mails y 22 millones de contraseñas expuestas.


Y, por ello, tampoco extraña que los fondos de capital riesgo hayan puesto sus miras en las empresas y startups que operan en estas lides, los defensores de las barreras invisibles del mundo digital. Así pues, la inversión de estos fondos en empresas de ciberseguridad ha crecido en 2018 hasta alcanzar cifras récord, con nada menos que 5.300 millones de dólares destinados a potenciar este mercado.


Son datos astronómicos, proporcionados por la firma Strategic Cyber ​​Ventures, que superan claramente los valores que teníamos en 2017 (4.400 millones de dólares) y que suponen un crecimiento del 100% respecto a los números que presentaba la industria en 2016.


Cada ciberataque de 2018 le costó 1,6 millones de dólares a las empresas


Lo más curioso, si cabe, es que el pasado curso hubo de hecho menos operaciones de inversión en el segmento de la ciberseguridad que en 2017. Eso significa que las que se produjeron fueron de mucho mayor calado. Para muestra, un botón: tan solo las ocho empresas más grandes entre las que captaron fondos en 2018 obtuvieron nada menos que 1.300 millones de dólares en financiación.


De todo este dinero, y como viene siendo habitual, Estados Unidos y la región de Norteamérica se quedan con la mayor parte: 4.000 millones de dólares captados por sus startups. De ese montante, la mayoría está además concentrada en Silicon Valley, aunque alrededor de 300 millones de dólares se quedan en un punto insospechado y alejado de la escena tecnológica clásica: Washington DC. ¿La razón? Allí están radicadas la mayor parte de agencias gubernamentales y, por ende, sus subcontratistas en materia de ciberseguridad y los proyectos impulsadas por todas ellas.


En el resto del mundo, tanto Oriente como Europa o China se quedan con 550 millones de dólares cada una, aunque cabe destacar que su peso en la tarta total está creciendo frente a la posición relativa de EEUU.




Fuente: Ticbeat

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