Inteligencia Artificial, amigo o enemigo del sistema financiero

Un informe del Foro Económico Mundial cree que los avances en esta materia pueden romper con la banca tradicional y tendrán un impacto significativo.

 

Para que la transformación digital sea efectiva un sector debe primero transformarse con una mentalidad aperturista pero realista y, luego, incorporar a sus procesos industriales las innovaciones que realmente sean necesarias. En un mundo de marketing que se mueve a costa del «hype», el sistema financiero se aferra a todo lo que viene casi sin replantearse las verdaderas intenciones de la tecnología.

 

Que si el futuro es el «Blockchain», que si las monedas digitales lo coparán todo, que si el pago móvil es ya el presente. Transacciones «peer to peer». ¿Big Data? Por supuesto, si los «facebook» o «twitter» de turno analizan a sus usuarios, ¿por qué un banco no podría aprovechar la información recopilada en las transacciones de sus clientes -siempre disociadas- para tomar decisiones? Y luego están los avances en materia de inteligencia artificial, el nuevo tótem al que adorar aunque ello implique miedos y reticencias.

 

No es posible rechazar que, en cualquier caso, las «máquinas pensantes» en las que se trabaja en la actualidad todavía están en pañales. Todavía no hemos alcanzado un nivel de autonomía total, pero lo más seguro que en los próximos años se avance en esta cuestión. Los servicios financieros, la banca en general, no están exentos de cómo la tecnología y los nuevos hábitos de los consumidores están cambiando su forma de operar y de relacionarse con su entorno, los clientes.

 

Pero, como en todo lo que intervienen los avances, no es oro todo lo que reluce. Un extenso informe (PDF en inglés) del Foro Económico Mundial sobre la innovación disruptiva en los servicios financieros considera que la inteligencia artificial (IA) está «debilitando los lazos que han mantenido unidos los componentes de las instituciones financieras existentes». La razón esgrimida: se ha abierto la puerta a modelos operativos completamente nuevos y a dinámicas competitivas que «premiarán a las instituciones enfocadas en la escala y sofisticación de datos» en lugar de la apuesta por la escala o complejidad del capital. Y predice, en ese sentido, la eliminación de los pequeños agentes financieros dado que la IA favorecerá a los grandes jugadores del sector.

 

Así, la AI proporcionará a través del uso de datos «grandes e inigualables ventajas competitivas», aunque se teme que la industria todavía no esté preparada para hacer frente a los retos que se plantean. El informe identifica hasta nueve maneras en que AI está cambiando la estructura tradicional de la industria de servicios financieros, creando una nueva competencia, lo que inaugurará nuevas estrategias que tendrán un impacto en la estructura de las organizaciones y la atención a los consumidores.

 

Entre ellos, una mayor personalización, más velocidad en las relaciones, mejores servicios de asesoramiento, soluciones colaborativas o el aprovechamiento de los datos. Pero, pese a todo, el documento, realizado a partir de la opinión de varios expertos en diversas especialidades, establece que la IA propondrá un nuevo campo de batalla para conseguir la fidelidad de los clientes al introducir, entre otras cosas, nuevas formas de relacionarse con ellos. Otra de las posibilidades de estos avances tecnológicos aplicados a un sector tan tradicional y arraigado en la sociedad es que permitirán «automatizar parte de la vida financiera de los clientes», mejorando, a su vez, sus resultados económicos.

 

Un potencial -recoge el informe- que permitirá poner en marcha servicios basados en «aprendizaje automático» alojados en la nube para favorecer a los usuarios de las entidades bancarias. No todo destila tanto amiguismo, puesto que los expertos también creen que estas conexiones entre los bancos con las plataformas en la nube podrán provocar futuros ciberataques al tiempo que anticipan futuros dilemas éticos.

 

La IA -creen- exigirá un continuo análisis colaborativo acerca de las técnicas de supervisión de las finanzas en medio del huracán de incertidumbres planteadas por los reguladores en esta materia. Sin hablar de los posibles sesgos y comportamientos controlados de la IA cuando operen en el mundo financiero o la bolsa. «La AI creará nuevos tipos de riesgo en los sistemas de servicios financieros, tanto a nivel nacional y niveles internacionales, por lo que se requerirán de nuevas estrategias de gestión de riesgos y mitigación de problemas».

 

 

 

 

Fuente: abc.es

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