El mundo de la Programación Web es uno de los más activos dentro del ámbito de la computación. A diario aparecen multitud de nuevas tecnologías, bibliotecas y paradigmas que nos exigen como profesionales nuestra atención inmediata.
Cada semana, nuestras listas de correo y redes sociales rebosan de nueva información que promete convertirse en la solución definitiva para campos como la productividad, seguridad, rendimiento, compatibilidad, portabilidad, así como cualquier otra área relacionada.
Esta sobreexposición de información y herramientas terminan convirtiéndose en casi una obsesión por parte de los desarrolladores: la necesidad de estar al día, de actualizar nuestros programas con lo más reciente, de no quedarse atrás y dejar pasar una nueva tecnología que hoy revoluciona el mercado…
Finalmente, el tiempo que invertimos en investigar y experimentar con cada novedad nos termina agotando: no es extraño que aparezcan entonces síntomas como el de la fatiga o saturación. Ocurre entonces que, lejos de mejorar como profesionales, nos estancamos: literalmente alcanzamos un punto en el que no nos entra nada más…
Mostramos a continuación un pequeño recetario para evitar esa ‘sobre información’ actual ya seamos desarrolladores web o nos movamos dentro de cualquier otro ámbito de la programación en general.
Sobreestudio
No intentes saberlo todo de todo: simplemente eso es imposible dentro del ecosistema actual. Siempre habrá algo más que saber, algo nuevo o algo en lo que profundizar más y más. No importa cuánto te empeñes en estudiar (salvo que tengas una necesidad concreta y puntual) ya que siempre te quedará campo de mejora.
Es por ello que:
- Profundiza en aquellas áreas que más te gustan: especialízate en algo que no te suponga un esfuerzo al estudiar.
- Investiga más a fondo -solo cuando lo necesites- aquellas materias que te interesan un poco menos (o aquellas en las que piensas que debes saber más). Si algo no te llama la atención de entrada, no trates de dominarlo por simple ‘responsabilidad profesional’: retrásalo hasta que realmente sea imprescindible.
No es necesario ser el primero
Ten paciencia. A menudo, leer o escuchar las opiniones de otros colegas de confianza sobre determinada tecnología es un buen punto de partida. Podemos servirnos de la experiencia colectiva para determinar si una idea está suficientemente desarrollada y puede resultarnos útil o productiva.
Recurre a blogs, foros y bibliografía experta si el tiempo te lo permite. Asegúrate del estado de madurez de cada componente. Si la cuestión es delicada y la envergadura del proyecto considerable, localiza a quienes dominen la novedad sobre la que vas a trabajar.
Recuerda siempre que es tan importante conocer algo, como saber a quién preguntar cuando lo necesitamos y, si tras una primera investigación no encuentras a quienes puedan resolverte las dudas, -o escasea la documentación y los foros activos- replantéate el uso de aquello que estás contemplando.
Responsabilidad
Limítate a las tecnologías que manejas: no utilices más de un par de ellas por proyecto. Recuerda que cada nueva herramienta de terceros, se convierte inmediatamente en una deuda técnica posterior: si algo no funciona como se espera, o bajo un escenario no previsto, tendrás que dedicar un tiempo extra que quizá no estaba previsto.
Desgraciadamente, lo anterior no siempre será posible. Si somos los únicos responsables de un proyecto, a menudo tendremos que enfrentarnos a multitud de herramientas para sacar adelante nuestro trabajo. Cuando esto sea así, al menos trata de no introducir nada exótico que te pueda retrasar o que directamente te exija de una formación con la que ahora mismo no cuentas.
Control
Es importante mantener siempre la sensación de control sobre aquello en lo que se está trabajando. Cuando una nueva tecnología exige conocer un trasfondo previo que no se domina, el riesgo de bloqueo se multiplica. No hay peor compañero de viaje que la inseguridad y el miedo a que algo no funcione y entonces sobrevenga el bloqueo. Desconocer los límites de aquello sobre lo que está confiando tampoco es buena señal.
Los ejemplos naturales para este punto son las bibliotecas construidas sobre otras previas: un framework desarrollado en un metalenguaje (Sass, Less, CoffeeScript, TypeScript, Nodejs…) implica que, llegado el caso, debamos conocer sus fundamentos para trabajar de forma plena. Es importante por tanto, asegurarse de que manejamos las bases las herramientas que vamos a incorporar.
Barreras de entrada
Cada tecnología que requiere de un serio aprendizaje antes de utilizarse, es una barrera más de entrada y dificulta tanto el encontrar colaboradores, como soluciones y/o empleados.
Esto se deriva directamente del punto anterior: un plugin o extensión puede no requerir más que un rápido vistazo a su API, pero un framework multiobjetivo precisa de estudio, análisis y ensayos previos. Cuanto más complejo resulte su puesta en marcha, más difícil será encontrar recursos -humanos o técnicos- para el mismo.
Si a este contexto sumamos el uso de más capas consecuencia de los metalenguajes, la complejidad se multiplica: si necesitamos por ejemplo un colaborador para determinado framework construido sobre TypeScript, preferiblemente querríamos a alguien que conozca dicho sistema además del propio framework. Siempre que la herramienta de más alto nivel precise de una mejora, habrá que ir descendiendo por sus niveles inmediatamente inferiores para implementarla de forma óptima.
Experimenta
Antes de lanzarte sobre un proyecto de gran envergadura, testea con algún juguete previo: es importante desarrollar pequeños proyectos que te ayuden a explorar una tecnología o sus aspectos más destacados.
Desde un planteamiento simplificado de una idea mayor, podríamos ser capaces de detectar si las nuevas herramientas cumplen con nuestras necesidades (al menos a pequeña escala). De nuevo, si hablamos de un framework de desarrollo, una simple aplicación puede hacernos de guía: ¿estamos cómodos con sus fundamentos? ¿encontramos carencias potenciales? ¿avanzamos rápidamente? ¿se detectan rápidamente los errores y sus causas? ¿la documentación es abundante y accesible/comprensible?
Diversifica
Especializarse es bueno, pero también lo es desarrollar otras actividades de forma regular que no estén directamente relacionadas con la tecnología y su desgaste mental. La ventaja de esto es que, si nos sentimos que fracasamos en una empresa, o aparece el agotamiento, siempre nos quedarán otras opciones para relajarnos y distraernos.
El deporte, la lectura recreativa (no técnica), la música, los amigos, los videojuegos, la familia… desconectar diariamente del código fuente es una buena medida para prevenir la fatiga. Y no es menos cierto que, a menudo, comprobaremos como un problema inicialmente irresoluble, se torna mucho más sencillo pasado un tiempo. A veces, tras un bloqueo, basta con descansar y distraerse un rato para darle una nueva perspectiva al asunto.
Abúrrete
A pesar del último consejo, es importante recordar que somos personas. No seas extremadamente disciplinado y evita convertirte en una máquina meramente productiva.
Los periodos de aburrimiento y descanso son importantes para recuperarnos física y mentalmente, además de que propician la inspiración.
Las bases
Cuando no tengas muy claro que nueva tecnología aprender, recuerda que siempre puedes volver a las fundamentales:
- Javascript, CSS, etc. (qué tecnologías se consideran aquí fundamentales dependen de tu trabajo y necesidades diarias)
- Conocimientos no específicamente técnicos: gestión del tiempo, habilidades sociales (comunicación, trabajo en equipo…), salud (postura, respiración, movilidad, alimentación….), etc.
Fuente: http://www.etnassoft.com/
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