Los avances tecnológicos nos presentan un escenario donde los componentes reducen su tamaño de forma impresionante, algo a lo que nos hemos acostumbrado y donde pocas veces nos detenemos a analizar todo lo que hay dentro de un microchip.
Hoy en día hablamos de procesos de 14 y 10 nanómetros e incluso ya hay experimentos sobre los 5 nanómetros, esto significa que dentro de un pequeño procesador hay miles de pequeños transistores que se encargan de realizar diversas tareas, algo que para muchos es imposible de imaginar.
Quien quiera estudiar el funcionamiento de los procesadores sólo necesita buscar información en libros o sitios web donde hay material de sobra, pero para entender el concepto de ‘procesador’ y verlo en funcionamiento necesitaríamos reducir nuestro tamaño lo suficiente, para que nos permita entrar y ver todos los componentes y procesos, algo que al día de hoy es imposible. Por ello un genio de la informática ha decidido hacer lo contrario, construir un monstruoso procesador del tamaño de su sala de estar al que ha bautizado como ‘Megaprocessor’.
La mejor forma de entender el funcionamiento de un procesador
Para James Newman todo empezó como un proyecto personal que buscaba crear un procesador a «escala humana», esto con la finalidad de poder ver y entender todos los procesos que ocurren en el interior de esos pequeños chips. El proyecto arrancó en octubre de 2014 y desde entonces ha ido escribiendo todos los detalles, paso por paso, de la construcción de esta obra en su página web.
Allí podemos ver como ha necesitado una fuerte inversión de tiempo, dinero y esfuerzo, algo que finalmente quedó terminado el pasado mes de junio, y que ahora podemos ver en todo su esplendor gracias a una serie de vídeos y herramientas que nos demuestran que sin querer, el señor Newman creó la herramienta educativa más importante de los últimos años.
El Megaprocessor se basa en transistores, pero no esos pequeñitos que están dentro de un microchip de silicio, sino transistores de gran tamaño que a su vez están conectados a LEDs con el objetivo de saber por dónde pasa el flujo información. En total se necesitaron 40.000 transistores y 10.000 LEDs, por lo que el tamaño de este monstruo es de 10 metros de ancho por 2 metros de alto, ocupando gran parte del espacio de su sala de estar.
Para ponerlo en perspectiva, la Nvidia GTX 1080 cuenta con 7.200 millones de transistores dentro de un diminuto chip, así que el lograr conectar uno a uno 40.000 transistores en tamaño «real» es toda una hazaña. El objetivo aquí no es tener potencia por lo que la frecuencia máxima es de 20kHz, aunque la operación está ajustada a sólo 8kHz para que así se pueda ver con todo detalle el viaje de los datos a través del procesador.
Pero esto no termina aquí, ya que todo este trabajo conlleva toda una programación, que también está detallada en la web del proyecto, donde ya ha instalado juegos como Tetris para demostrar los detalles de los procesos y la lógica que interviene en un juego aparentemente sencillo. Incluso ha publicado un emulador para quien desee echar un ojo a su funcionamiento y hasta pueda arrancar con la fabricación de su propio Megaprocessor.
Esta es la versión 1.0 del Megaprocessor y ya se prepara para implementar mejoras y nuevas funciones. Mientras tanto podemos admirar un tour guiado por el mismo Newman, quien nos presenta todos los detalles de su creación, un trabajo digno de admiración y respeto.
Fuente: http://www.xataka.com/
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