Entrevista a Federico Pfaffendorf: Instructor de EducaciónIT experto en Arduino

En el mes de Julio entrevistamos a Federico Pfaffendorf, instructor de EducaciónIT especializado en Arduino quien, además, fue el fundador del Club Arduino Argentina. Lee la entrevista completa ingresando aquí.

 

 

 

¿Cómo comenzó tu interés por el mundo tecnología y por qué decidiste especializarte en Arduino?

Mi interés por la tecnología es innato. Desde chico pasaba horas desarmando cuanto aparato pasaba por mis manos, haciendo conexiones, cableando interruptores, luces, pilas…

Mi primer acercamiento a la informática fue de chico, a los 6 años, cuando mis viejos trajeron a casa una flamante Commodore 64c Drean una tarde de otoño.

Allí comencé a jugar y a recorrer una y otra vez los ejemplos en Basic que venían en el manual. Recuerdo todavía la primera vez que comprendí lo que estaba copiando, era un programa que hacía rebotar por la pantalla una pelota que a su paso borraba los caracteres que estaban en pantalla. Fue todo un descubrimiento y una chispa de curiosidad que duraría hasta estos días y me llevó a Arduino.

Arduino fue redescubrir la Commodore 64. Esa esencia que de alguna manera se perdió con la informática moderna, la posibilidad de interactuar sin barreras y de forma tan directa con el hardware.

 

Para quienes no conocen, ¿en qué consiste la tecnología Arduino y qué alcance tiene?

La definición de Arduino que más entusiasmo me genera, y es la que intento transmitir, es la que dice que Arduino es una tecnología que permite a las computadoras sentir y modificar el mundo físico.

Arduino es computación física pero no se limita solo a eso. Esta tecnología también permite la creación de objetos autónomos y es la navaja suiza de cualquier maker o desarrollador de sistemas embebidos.

Aunque no estés trabajando en microcontroladores Atmel o el proyecto que estés desarrollando esté lejos de Arduino, en una instancia mucho más avanzada por decirlo de algún modo, en algún momento vas a sacar la UNO R3 del cajón cuando necesites hacer un PWM, leer alguna señal digital o hacer una interfaz serial.

 

¿Qué tipo de proyectos has desarrollado a lo largo de tu carrera profesional y qué desafíos implicaron? ¿Cuáles fueron los principales obstáculos a los que te has enfrentado?

Utilicé Arduino principalmente para el desarrollo de productos para el agro, domótica y automatización. Me atreví a llevar esta tecnología un poco más allá de su objeto principal que es la creación de prototipos y me atreví al mundo real con muy buenos resultados.

El abastecimiento de componentes, la coordinación de gente con distintas áreas de conocimiento y la puesta a punto en producción, para que esos desarrollos funcionen 24×7 sin descanso, fueron los grandes desafíos.

Dictar capacitaciones sobre esta tecnología fue también un enorme desafío ya que Arduino tiene la particularidad de unir dos grandes mundos que son el desarrollo de software y el desarrollo de hardware. Viniendo de la rama más blanda fue un gran reto capacitarme y lograr transmitir lo necesario para que los alumnos puedan comprender el enorme potencial de esta tecnología.

 

Fuiste el fundador del Club Arduino Argentina, ¿qué te motivó a crearlo y cómo fue esa experiencia?

En el año 2013 funde el Club Arduino Argentina. Veraneando, lejos de la rutina y las obligaciones comencé a delinear las primeras ideas.

En ese momento atravesábamos una situación adversa en el país en lo que se refería a la adquisición de componentes de electrónica, placas Arduino y demás productos de hardware. Era difícil comprar en el exterior y eso frustraba muchos de los proyectos e ideas que tenía.

Me resultaba muy frecuente encontrar tutoriales en Internet que incluían componentes que aquí no existían y que hablaban desde otra realidad, desde una mirada europea o estadounidense de esta tecnología y pensé que mediante el Club podía reunir particulares y empresas que quisieran desarrollarse sobre este ámbito y así darles un marco nacional, de acuerdo a nuestra realidad.

Así fue que fundé el Club y rápidamente conocí gente increíble que fue empujando la idea. Los tres pilares del Club son la difusión, enseñanza y acceso a Arduino. Objetivos que el Club sostiene intactos, enfrentando muchas dificultades, luego de 3 años de actividad.

 

¿Qué actividades impulsa el Club Arduino actualmente?

El Club cuenta con un blog, foro y canales en las redes sociales Twitter y Facebook donde se publican noticias referidas a esta tecnología.

Se organizan encuentros regulares donde se difunde Arduino, electrónica y desarrollo de sistemas embebidos y se anima a todos a involucrarse.

No hacen falta conocimientos para comenzar con Arduino, solo ganas de concretar un proyecto y mucha paciencia. Abunda información en nuestro foro y en Internet y hay mucha gente con ganas de ayudar.

 

A título personal (y sin incluir Arduino), ¿cuáles son las tecnologías que más te apasionan?

Cualquier tecnología de IT capta mi atención pero mucho más lo hacen las relacionadas al mundo de embebidos. Las que permiten interactuar con el hardware y mucho mejor cuanto más bajo es el nivel de abstracción del lenguaje.

Raspberry es otra de las tecnologías “hermanas” que es verdaderamente apasionante y abre el mundo de Linux embebido a todos. Es otra de las tecnologías en las cuales me estoy desarrollando.

La restauración, conservación y desarrollo de software en computadoras retro también es una gran pasión que, lamentablemente por falta de tiempo, tengo últimamente dejada de lado pero que siempre tiene un lugar.

 

¿Cuáles son las principales enseñanzas y consejos que les transmitís a tus alumnos en base a tu experiencia en este campo?

No es fácil aconsejar. Nunca se está a la altura para aconsejar. Pero si les comparto mi historia, mis victorias y mis derrotas y si tengo que sacar un común denominador de eso es que trabajen en la perseverancia y en lo que yo denomino “el proyecto”, eso que te trajo hasta donde estás, eso que te llevó a registrarte en el foro del Club o a tomar una capacitación de Arduino. Ese es mi mejor consejo.

Muchas veces me contactan personas, por distintos medios, de ámbitos lejanos al desarrollo de software. Artistas, doctores, abogados, amas de casa… he tenido muchos alumnos en más de 10 años como instructor y no todos fueron personas del ámbito del desarrollo de software.

Muchos de ellos llegaban con el temor de no poder porque no eran ingenieros o porque no entendían de electrónica o porque no habían cursado en una escuela técnica y mi foco estaba siempre en hacerles entender que esas limitaciones no eran reales, que verdaderamente triunfa el que persevera y tiene un proyecto claro. El resto es prueba y error, es hablar con la persona que logra inspirarte o despejar una duda.