Las definiciones CEO, CIO, COO, CTO, etc. definen puestos ejecutivos en una empresa. Es decir, aquellos que utilizan su experiencia y capacidades en liderar los procesos, crecimiento y evolución de la entidad.
El CTO, Cheaf Techical Officer, es el Director Tecnológico de una compañía. Es un cargo de responsabilidad orientado a la gestión y dirección de los asuntos tecnológicos de una organización, que aporta la voz técnica en la planificación estratégica.
Sin embargo, en las startups, es una figura con muchas más responsabilidades, y por ello también más importancia.
¿Qué se espera de un CTO en una startup?
En una startup, el ámbito y las responsabilidades de un CTO se fusionan y se confunden con las de un CIO (Director de Infraestructuras) e, incluso, con las de un COO (Director de Operaciones). Ya que entra dentro de sus responsabilidades la definición, desarrollo, construcción y gestión de todas las piezas tecnológicas de la firma.
Es más, no solamente se le van a requerir acciones ejecutivas de gestión, control y reporte. Si no también actuaciones operativas como pueden ser el liderazgo de equipos, implantar metodologías de desarrollo, ejercer de DevOps e infraestructuras, o picar código.
El CTO de una startup es la piedra angular sobre la que descansa la viabilidad y crecimiento de la empresa. Por lo cual deberá gestionar proveedores tecnológicos, realizar defensas del producto, servir de apoyo técnico en las rondas de financiación y transmitir de forma eficiente toda la información tecnológica que los potenciales clientes e inversores requieran.
Y, cómo si no fuera suficiente, en muchos casos también deberá organizar los equipos y equipamiento de trabajo; definir y aplicar la Gestión del Ciclo de Vida de las Aplicaciones más adecuada en cada situación; y realizar la previsión y planificación de los recursos y personal que sean imprescindibles en la construcción de las aplicaciones.
En definitiva, un trabajo duro solo al alcance de personas entusiastas y con un enorme compromiso con la visión del CEO. Que, a cambio, ofrece grandes recompensas en el desarrollo profesional.
Según Dani González, CTO de Infantium, el cometido de un CTO en una startup es: «Intentar que el negocio no se pare y que la gente de ventas y marketing no puedan decir que no logran sus objetivos por tu culpa, ¡porque te van a comer vivo! Te dirán que el polvo de luna se vende muy bien, pero irlo a buscar y dárselo en una urna no se hace en bicicleta. Otro cometido es hacer entender a la CEO los recursos necesarios en tiempo y personas para lograr los objetivos planteados, porque desgraciadamente tienen la noción de que las cosas cuestan y tardan varias veces menos, una especie de realidad paralela a la que nos tenemos que enfrentar».
¿Qué debo conocer?
El CTO de Redbooth, Pau Ramón, nos comenta: «Lo más difícil de esta pregunta es saber qué tipo de CTO quieres ser. Es un rol que no es fácil de definir y que cada uno adapta a su manera».
– Estudios
Un CTO no debe ser obligatoriamente un licenciado superior en Informática o Telecomunicaciones, pero es un valor añadido de importancia el haber obtenido un título Universitario oficial.
Lo imprescindible es una completa y profunda formación en tecnología, y más si es especializada en las herramientas que van a ser utilizadas en la construcción de las aplicaciones.
«Cuando se empieza o se entra en startups poco consolidadas priman las capacidades técnicas, ser un ninja; cuando el tamaño es mucho mayor priman el liderazgo y la comunicación, es decir hacer como el resto de Chiefs: vender lo que haces y hacer que te sigan», según Dani González.
– Experiencia
La experiencia es imprescindible en los puestos ejecutivos. Idealmente se accede a los niveles de dirección de la mano de un mentor que nos enseña primero. Y que luego se convierte en un asesor de confianza, una vez que hemos ganado recorrido en labores ejecutivas.
Pero dicha experiencia debe estar complementada con años en puestos operativos, donde aprender el cómo se hacen las cosas y cuánto cuesta construirlas. Pudiendo así, tomar decisiones desde el atesoramiento de un extenso bagaje técnico.
– Aptitudes sociales y de liderazgo
Un CTO es un líder. Debe sostener el ritmo de hiperproductividad que una startup requiere, pero manteniendo el difícil equilibrio de un nivel de rotación muy bajo y una permanente motivación en los equipos.
Por lo cual debe de tener aptitudes sociales suficientes para ganarse el respeto y compromiso de las personas que tiene a su cargo. Teniendo la firmeza suficiente en la consecución de los objetivos, a la par que el liderazgo para obtener lo mejor de los profesionales a su cargo.
Para Dani González: «Hay una diferencia muy grande en función del estadio de la startup. Al inicio de la aventura eres el hombre orquesta tocándolo todo con un público sordo, necesitas ser multidisciplinar y kamikaze. Si al final del viaje todo ha salido bien eres una especie de gurú que manda a mucha gente y hasta te escuchan con atención, en ese momento hay que saber comunicar y liderar para que todo vaya por los derroteros que tocan».
– Conocimiento tecnológico
Aun siendo un puesto ejecutivo, en un Startup el principal valor es su conocimiento tecnológico ya que en muchos casos va a tener que ejercer labores operativas, incluso a niveles técnicos como puede ser el desarrollo.
Además, debe tener inquietud, curiosidad y ganas de aprender – de forma vocacional – sobre todas aquellas tecnologías que puedan representar una ventaja competitiva a la empresa. E, incluso, poder realizar la formación o liderazgo de los cambios tecnológicos que este vertiginoso mercado obliga.
Pau Ramón, por su parte nos responde: «Depende del tamaño de la empresa en la que trabajes. Cuanto más grande más te distancias de la tecnología. Dicho eso, en mi opinión es muy difícil liderar un equipo técnico si tus conocimientos tecnológicos no son suficientes. No hace falta ser el ingeniero más preparado de la empresa (a Messi lo quieres en el campo no en el banquillo) pero sí tener suficiente experiencia.»
– Visión comercial y de negocio
Por último, y no por ello lo menos importante —si no al contrario—, la gran diferencia entre un CTO y un líder técnico, es que este primero debe tener una visión comercial y del negocio clara.
El poder ser el punto de unión y coordinación entre las áreas de negocio y técnica. Ya que ambas son imprescindibles en una Startup.
Así un CTO se debe sentir cómodo con los procesos y procedimientos de gestión de empresas, con los reportes de situación, con las técnicas de control financiero de los proyectos o con la gestión de proveedores.
Al igual que debe tener capacidades comerciales para realizar y apoyar al CEO en las complejas negociaciones con los potenciales clientes o inversores, haciendo las funciones de preventa tecnológico en apoyo a los roles comerciales.
Para Pau Ramón, «hay que tener una visión tecnológica coherente. Tienes que ayudar a tu equipo a tomar decisiones acertadas, pero siempre dentro de una visión. El equilibrio es difícil de encontrar. Tener una visión del producto y del negocio clara. Muchas decisiones pueden ser desagradables, pero saber el impacto sobre el negocio es clave para comunicarlas y motivar al equipo».
Por su parte, Dani González comenta: «Hay que entender que al cliente lo que le interesa es que el producto o servicio por el que ha pagado unas cifras le satisfaga su necesidad y además ¡cumpla sus expectativas! Al pagano le da igual si está programado bien o mal o en Python o Ruby. Por lo tanto, uno se debe a las operaciones, no a la tecnología».
Un puesto imprescindible en las startup
Uno de los errores más frecuentemente cometidos por los emprendedores al arrancar su startup es el de infravalorar la importancia del CTO, situando a la tecnología como gasto y barrera de entrada, cuando en la realidad es inversión y —en la mayoría de los casos— la piedra fundamental del edificio a construir.
Para Pau Ramon, ante la pregunta de si es necesario un CTO en los principios de una startup, nos argumenta: «Sí, siempre. Los fundadores CTO necesitan un CEO y los CEO fundadores necesitan un CTO. Mientras que no he visto nunca que se externalice a un CEO, algunos tienen la tentación de subcontratar el desarrollo tecnológico lo cual en mi opinión es un error puesto que la decisión de subcontratar la tiene que tomar exclusivamente un CTO (y pelearse con el proveedor, también)».
Por otro lado, Pau Ramón afirma que: «esta es una pregunta que escucho mucho cuando hablo con emprendedores que no tienen conocimientos técnicos. Si tu empresa tiene un componente tecnológico importante es ideal tener una persona de confianza a tu lado que te ayude a contratar los primeros ingenieros. ¡Las primeras cinco personas que contrates van a definir completamente el ADN de tu startup!».
Fuente: http://www.genbetadev.com/
- Encuesta septiembre 2021: ¿Cómo crees que afectan las tecnologías de la información en la educación? – 6 septiembre, 2021
- ¡Ya llega Programmer’s Week 2021! – 3 septiembre, 2021
- Encuesta agosto 2021: ¿En qué sector IT te desarrollas o te gustaría desarrollarte? – 6 agosto, 2021
Deja una respuesta