Se venden nuevos dominios que acompañarán al puntocom

Compartimos con Uds. una nota muy interesante publicada en el Diario La Nación sobre la futura política de extensión de los dominios y los impactos que tendrá en la registración de dominios.

Desde 2012, gobiernos, empresas y organizaciones sin fines de lucro podrán ser dueñas de la extensión de su sitio, es decir del «punto.algo», lo que técnicamente se conoce como dominio genérico. Entre el 12 de enero y el 12 de abril del año próximo, la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (Icann, en inglés), entidad mundial que determina, habilita y registra lo referido a dominios de Internet, recibirá las propuestas de los interesados.

 

Hasta ahora sólo existían 22 extensiones, las más conocidas de las cuales son .com , .net , .org , y .edu . A partir del año próximo podrían surgir centenares y hasta miles de nuevas extensiones. ¿Un ejemplo? El gobierno porteño podría ser dueño de .buenosaires y registrar y administrar todos los sitios que se desprendan de ese árbol, como www.obelisco.buenosaires . Lo mismo podría ocurrir con aquellas empresas que decidan comprar una extensión con su marca o aquellos que vean un potencial negocio y decidan pelear por dominios en teoría muy valiosos, como .cultura o .lujo, con la idea de comercializar luego direcciones con ese sufijo.

Para Icann se trata de poner en marcha un nuevo ecosistema económico en torno de la Web, que la haga más innovadora, eficiente y segura: la industria de los nombres de dominio. Además, como esos nuevos dominios podrán incorporar caracteres de cualquier idioma, podría haber una explosión de registros en árabe, ruso (cirílico) o chino mandarín, entre otras lenguas. Hasta ahora, los hablantes de esas lenguas debían recurrir a números o caracteres romanos para acceder páginas web. Por eso, este cambio abriría Internet a millones de nuevos usuarios.

«La motivación principal es que haya mayor competencia en el mercado de dominios y que eso represente un beneficio para el usuario, que podrá identificar mejor los sitios web. Por ejemplo, alguien podría inscribir la extensión .bank y para poder comercializarlo podría poner como requisito que los interesados sean entidades financieras. Ante la problemática del phishing [robo online de datos personales], eso le va a dar más confianza a los usuarios. Además de las marcas e instituciones, los nuevos dominios genéricios también podrían tener que ver con identidades, comunidades o regiones. «Por ejemplo, la comunidad homosexual podría solicitar el .gay «, explicó Rodrigo de la Parra, representante de Icann para América latina.

Según Parra, en el caso de las empresas «que adquieran un dominio genérico podrán darle mayor seguridad a los clientes de que lo que están viendo realmente pertenece a esa empresa». En la actualidad, los 22 dominios genéricos existentes son administrados por registradores minoristas privados, y su precio depende del interés que exista por determinado nombre.

«No es un negocio de emprendedores porque no se trata simplemente de registrar un dominio sino de convertirse en un registro de dominios, lo que requiere conocimiento técnico y respaldo financiero. Puede haber dos formas, una en la que el registro decida no comercializar la extensión y darla gratis a los miembros de su comunidad, y otra en la que se apunte al negocio de administrar el registro», explicó De la Parra.

«El costo de la solicitud es de 185.000 dólares; la operación normal de un registro tiene una anualidad de 25.000 dólares, a partir de 50.000 dominios se empieza a pagar 25 centavos de dólar por cada registro», explicó el directivo de Icann, entidad que se tomará entre nueve meses y un año para analizar la solicitud. Ese período incluirá algunos meses para recibir impugnaciones.

«La operación es delicada porque tiene que garantizar estabilidad. Si desapareciera una empresa que administra un registro, los usuarios de Internet no llegarían a la dirección que están buscando. Es un proceso largo porque se hacen varias revisiones. Se evalúa una primera factibilidad técnica y económica y otra para proteger el derecho de terceros, por ejemplo, en el caso de las marcas», afirmó De la Parra.

A fines de junio, según la consultora Verisign, se contaban más de 215 millones de nombres de dominio diferentes en todo el mundo, cinco millones de los cuales se incorporaron en el segundo trimestre de este año.

 

Fuente: José Crettaz | LA NACION

 

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