«En tiempos de crisis, mientras algunas personas lloran, otras venden pañuelos», es una frase que se suele repetir al momento de reflejar cómo, con creatividad, se pueden afrontar los momentos difíciles. Y si bien Jacqueline no se puso a vender pañuelos, sí aprovechó una situación adversa para ponerse a estudiar programación: «Nunca vi en otro rubro la cantidad de beneficios que me dio trabajar en sistemas». Conoce su historia.
«Siempre tuve trabajo. Tengo casi 10 años de experiencia», señala Jacqueline Roballo. Casi todos esos años fueron dedicados a la gastronomía, sector en el cual se encontraba por una necesidad de tener que trabajar para sustentar su día a día. Pero una situación mundial como el COVID-19 alteró la vida de todos, incluida Jacqueline, que antes que lamentarse vio una oportunidad:
A raíz de que comenzó la pandemia me encontré con la noticia de que me quedé desempleada, por un lado, y por otro lado me di cuenta que tenía todo ese tiempo libre, y pensé ‘este es mi momento para estudiar, ya que estoy en casa’.
¿Qué estudiar? Probablemente una de las pocas preguntas que no hacía falta realizar. Desde chica tenía una fascinación increíble por las computadoras y los videojuegos. De las primeras, por la curiosidad de querer entender cómo funcionaban, los procesos que había detrás de ellas y el pensamiento lógico que las acompañaban. En el caso de los videojuegos, debido a las horas que pasaba con ellos la hicieron soñar con crear uno.
«Me apareció una publicación en Facebook de PESCAR, una amiga fue alumna en uno de los centros, y me comentó que además de varios programas de salud y belleza, estaba éste de programación: no lo pensé dos veces y me anoté». Después de un proceso de selección con varias entrevistas, Jacqueline fue una de las seleccionadas para retomar ese camino que había dejado pendiente unos años atrás.
«No se rindan»
Fueron meses de formación y estudio en Front End y Back End, de paciencia para aprender a encontrar dónde estaba el error en el código, de volver a ver las clases grabadas en la plataforma Alumni (donde quedan guardadas), y de despejar las dudas con sus compañeras y profesores. Pero su esfuerzo llamó la atención casi al instante:
Después de sólo un mes que terminé el curso ¡encontré trabajo! Y ya estoy hace casi 9 meses trabajando en una empresa donde sigo aprendiendo muchísimo. Si no hubiese sido por PESCAR y por EducaciónIT no tendría esta oportunidad de estar trabajando en sistemas.
Pasó de trabajar 10 h diarias de lunes a lunes (incluidos los días festivos), a trabajar de lunes a viernes 4 h por día, en una posición como trainee y cobrando lo mismo que en su anterior empleo. Ella misma no puede creer la cantidad de beneficios que actualmente posee: inglés, capacitaciones, día libre y presente por cumpleaños, horas de team building donde con sus compañeros charlan, se entretienen o incluso comparten virtualmente una ‘picadita’ que les envía la empresa: «Hasta el día de hoy sigo sorprendiéndome de todos los beneficios que me dan en sistemas, porque nunca los había visto en otro rubro.«
Después de unos meses de trabajo, Jacqueline ascendió de trainee a Junior, aumentando su sueldo, sus horas de trabajo, y también sus responsabilidades. Cuenta con 10 proyectos en los cuales está trabajando, y se encuentra emocionada por la experiencia que sigue sumando y lo que aprende día a día.
Yo soy una persona que vino de un rubro completamente diferente al de sistemas, y di un giro de 180º en mi vida. Hoy cobro el triple de lo que ganaba, trabajo en un ambiente laboral muy ameno, pude aprender y sigo aprendiendo un montón de cosas. La comunidad IT es muy grande y suelen ayudar un montón. Mi consejo es que no se rindan. Por más difícil que parezca, en algún momento se van a ver los resultados de ese esfuerzo, y no va a haber más que disfrutar luego de eso.
Historias de perseverancia como las de Jacqueline nos recuerdan que muchas veces no es cuestión simplemente de ‘mirar el vaso medio lleno’, sin hacer nada más. Para lograr un cambio, debemos movernos de donde nos encontramos, y en EducaciónIT nos alegramos de haber acompañado a Jacqueline a dar esos primeros pasos en este hermoso camino de la Programación.
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