Desde la llegada al país de la computadora, allá por la década de los 80, Juan quedó fascinado por el mundo de la tecnología. No obstante, tuvieron que pasar varios años hasta que pudiera cumplir su sueño de estudiar y dedicarse 100% a la programación. En este nota te contamos su camino.
El impacto de la transformación tecnológica en estos últimos años es innegable. La pandemia ayudó a acelerar los procesos de migración digital en el trabajo, nuestra casa, la escuela, etc. Para Juan Ivaldi este impacto sucedió varios años atrás, cuando sus ojos vieron por primera vez una computadora:
Siempre tuve interés por la tecnología en lo que a la parte electrónica/electromecánica respecta. Desde la llegada de la PC allá por los 80 fue de gran interés para mi, aunque no podía tener acceso a una de esas.
Claro, era una novedad, costosa, que hacía su incursión en Argentina y no cualquiera podía tener el gusto de adquirirla. Pero en ese momento Juan sintió que no sería la última vez que se volverían a ver, y pasaron unos años para aquel esperando reencuentro en un lugar particular. Más específicamente, en una de nuestras aulas de EducaciónIT, teniendo a Juan como estudiante.
Los motivos por los cuales una persona decide dedicarse a la programación son diversos: interés en el sector, salida laboral, posibilidad de trabajar independientemente, beneficios asociados, etc. Juan, por su parte, ya contaba con un puesto de trabajo ganado con varios años de experiencia en una empresa de correos y logística, pero sentía que necesitaba nuevas herramientas para su día a día, y una propuesta fue la oportunidad que estaba esperando:
Durante varios años trabajé en un sector llamado Ingeniería de Servicios donde tuve que aplicar conocimientos de Microsoft Excel. Después, en esta misma empresa, me propusieron trabajar en el área de desarrollo de la Gerencia de Sistemas y acepté, por lo que inicie nuevamente la capacitación en otras tecnologías acordes a la nueva función.
Juan encontró la forma perfecta de capacitarse, aportar valor a su trabajo, y retomar aquel interés que años atrás lo encandiló. Por supuesto que no fue un camino fácil, pero la experiencia de aprendizaje facilitó su inmersión en este apasionante mundo.
En épocas pre-pandémica, rescata haber podido conocer las instalaciones físicas de EducaciónIT, las aulas, el personal administrativo, los profesores, y sobre todo, un momento particular en cada clase:
¡¡¡Ahhh el break!!! Unos genios los colaboradores de cada piso preparando y disponiendo todo para los cortes de cada clase.
Nuestro ya famoso descanso, o ‘break’, donde los estudiantes pueden aprovechar para tomar un café, té, agua, estirar las patas, charlar entre ellos o ir al baño, es un detalle que tenemos en cuenta para que la experiencia de aprender sea lo más cómoda posible. Para Juan, la elección de EducaciónIT como lugar para capacitarse y recomendar a los demás fue simple:
Buenos cursos a buenos precios, instructores con experiencia, y como dije antes, la infraestructura que, como se están dictando los cursos hoy (a distancia, por la plataforma Alumni) es fundamental.
Dicen que el primer paso siempre es el más difícil. Pero, después de romper ese miedo no queda más que dar otro paso, y otro, y otro. De esa manera, nos acostumbramos a caminar. Juan dio un paso, luego otro, y hoy en día vuelca su conocimiento en el sector de Gerencia de Sistemas, y también se lo puede encontrar en nuestros pasillos de EducaciónIT, ‘caminando’ a dar una clase de HTML5.
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